• Sábado, 26 Septiembre 2020

El Comité de empresa del FHC denuncia la situación de “hacinamiento” de sus urgencias

El Comité de empresa del Fundación Hospital de Calahorra ha remitido hoy una nota de prensa a los medios en la que se denuncia la situación que han vivido en el servicio de urgencias durante la pandemia y que a día de hoy siguen soportando, según explican. “Confinados” en 220 metros cuadrados cuando existen 740 metros cerrados, sin estrenar pero sin equipamiento.

Al Fundación Hospital de Calahorra le pilló la pandemia con las obras de las urgencias sin finalizar y en unas condiciones “impropias para una prestación asistencial digna” en la que ni siquiera existe el doble circuito (limpio/sucio) tan recomendado por las autoridades médicas.  El Comité señala que “no sabemos cuando se pondrán en funcionamiento las nuevas instalaciones ni se conoce la planificación para la dotación necesaria de equipamiento para esos nuevos espacios”.

En principio, tal carencia iba a prolongarse sólo durante un mes, provisionalmente, pues dicho espacio provisional era claramente insuficiente para esa época del año ante una previsible epidemia de gripe.  Pero lo cierto es que, la situación, tras reiterados retrasos, devino en estructural y, en definitiva, FHC ha tenido que afrontar la pandemia de COVID-19 con unas Urgencias reducidas a unos insuficientes 220 metros cuadrados, en condiciones asistenciales impropias, “y tal sigue siendo la situación aún hoy cuando se va recuperando poco a poco la frecuentación normal del servicio por pacientes con patología no COVID”, explican.

Por eso han solicitado una reunión urgente con el patronato (consejería de Salud y ayuntamiento de Calahorra) para tratar la situación antes de las protestas que ya tienen previstas para la próxima semana.

Además también denuncian que pese a la recomendación del Ministerio de Sanidad de mantener la cobertura de personas anterior al 27 de marzo en el Fundación Hospital de Calahorra se están reduciendo la misma.

 

Es el baño para pacientes de la Urgencia de FHC, que no sólo no está adaptado para personas discapacitadas, sino que el mismo espacio se utiliza como “sucio” e incluso se depositan en él las gafas y pantallas protectoras usadas en casos COVID19, sucias, antes de su lavado y esterilización para nuevo uso.

Se trata de un espacio “nuevo”, es decir remodelado tras las obras, que la propia plantilla se ha visto obligada a “ocupar” por propia iniciativa para poder atender las urgencias traumatológicas ante la falta de espacios y medios para hacerlo. Y ha tenido que ser “ocupado” pese a no disponer en dicho espacio ni siquiera de agua corriente y estar separado del pasillo de acceso desde la calle por dos simples paneles de contrachapado, sin intimidad alguna.

 

El box (izda.) y la Rea (Reanimación, a la derecha en la imagen)es todo el espacio del que se dispone actualmente siendo su equipamiento, además, provisional.

 

 

Control de enfermería, en condiciones de hacinamiento, sin posibilidad de guardar distancia de seguridad conforme a protocolo, etc.

 

 

Sala de estar que carece de condiciones higiénicas (no dispone de fregadero), sin conexión (cables tendidos desde el techo) y sin posibilidad de mantener las distancias de seguridad.