“Esperar al proceso judicial hubiese sido la ruina del sector del champiñón”
Después de casi seis años de tiranteces que incluso llegaron a los juzgados, finalmente y tras arduas negociaciones, Eurochampo y Riberebro han llegado a un acuerdo. La cooperativa riojana tendrá que pagar 14 millones de euros para la adquisición del sector de conserva de Riberebro lo que incluye la planta de Alfaro en la que se contemplan los empleados y toda la maquinaria existente. De esta forma Eurochamp se hace de nuevo con la cadena de valor que había cedido a Riberebro en el acuerdo firmado en 2011 y que ha sido el foco de todas las tensiones entre las dos empresas.
Fue ayer por la noche cuando se formalizó el acuerdo y desde esta mañana ya los trabajadores, los clientes y los contratos de suministro han pasado a manos de Eurochamp que ha contado con un aval del Gobierno de La Rioja por 2 millones de euros tal y como se recogía en la declaración de sector de interés regional de La Rioja. Un acuerdo que ha variado ya que en él se incluía la adquisición de la planta de Iniesta en Cuenca que finalmente no se ha realizado.
Tras el acuerdo, Eurochamp se convierte en la segunda firma en importancia a nivel mundial en el sector del champiñón con la producción de más de 60.000 toneladas de champiñón y seta de las que 40.000 son en conserva.
“Nuestro objetivo a corto-medio plazo es apostar por la responsabilidad social también en esta parte la empresa; que el socio vuelva a ser protagonista ya que durante estos años han estado soportando la mala situación de un sector que afortunadamente está mejorando mucho”, comenta José Antonio Royo, director general de Eurochamp.
“La producción del champiñón en conserva de todo el mundo se centra en cuatro países: España, Francia, Holanda y Polonia y de 2015 a 2019 la demanda se fue reduciendo lo que complicó mucho la situación del mismo”, decir explicando que ya en 2019 las cosas empezaron a cambiar y que la pandemia ha realizado un efecto multiplicador “no hay mas que ver que estamos en stocks mínimos históricos”, detalla. Así que el sector tiene todo para empezar a renacer. Especialmente después de este acuerdo.
Y es que “todo dependía de esta problemática, el sector ha estado cinco año parado en cuestión de inversiones porque la gente no sabía que podía pasar con todo ésto”, comenta. Ahora van a poner un plan estratégico en marcha para que el sector crezca como la espuma.
No ha sido fácil. “Nosotros siempre apostamos por la vía de la negociación aunque ha sido la más dura”, cuenta. Aunque sabían que en los juzgados tenían las de ganar, “el proceso judicial se podía alargar muchísimo y eso podía ser la ruina del sector en nuestra comunidad, quizás para cuando los juzgados se pronunciasen ya era demasiado tarde”. Por eso siempre, a pesar de haber llevado a los juzgados el ‘divorcio’ de las dos empresas, siguieron intentando llegar a un acuerdo.
Sobre las deudas de unos con otros… “todo queda atado con este acuerdo, tenemos un acuerdo de confidencialidad para no hablar de cantidades más allá de la de la compra pero las dos empresas han cedido en sus pretensiones iniciales.
Algo más de un año después de las movilizaciones que la masa social de la firma riojana protagonizó en La Rioja, se ha llegado a un acuerdo que puede posibilitar el renacer de un sector de suma importancia en La Rioja. Este es el momento de mirar hacia el futuro y dejar atrás cinco años de zozobra y disgustos. Es un tiempo nuevo para el champiñón.
