Estado de alarma y toque de queda a partir de las once de la noche

Muchas comunidades lo habían pedido a lo largo del fin de semana y hoy el Gobierno de España ha dado forma a un nuevo estado de alarma, el segundo en un año. La idea del gobierno es que se prolongue en todo el país durante los próximos seis meses, «hasta el 9 de mayo». Pero eso lo tendrá que aprobar el Congreso de los diputados. La decisión además incluye un toque de queda obligatorio para todo el país desde las once de la noche hasta las seis de la mañana, a excepción de en las Islas Canarias.
El nuevo estado de alarma dejará en manos de los Gobiernos autonómicos la ejecución de las medidas que considere oportunas para la remisión de la incidencia del COVID-19 en sus territorios, habilitándoles para adelantar o retrasar la activación del toque de queda una hora. Además las comunidades podrán marcar sus horarios. La Rioja ya lo ha dejado claro, no modificará la decisión del gobierno nacional, el toque de queda en La Rioja será de las once de la noche a las seis de la mañana. Sólo se podrá salir por motivos justificados.
El presidente de la nación lo ha dejado claro: «la situación que vivimos es extrema» y que «los expertos apuntan que esta segunda ola tiene otras características. En consecuencia este estado de alarma tiene otras caractarísticas en comparación con la primera ola».
Las comunidades podrán confinar todo su territorio o diferentes áreas específicas a criterio de los Ejecutivos autonómicos, ha indicado Sánchez, que mantiene el reto de rebajar la incidencia acumulada hasta los 25 casos por cada cien mil habitantes. Un largo recorrido teniendo en cuenta las incidencias con las que ahora se encuentran la mayoría de las Comunidades Autónomas.
De momento en La Rioja siguen el resto de medidas previas. No se podrá salir de la comunidad y entras a ella salvo por motivos justificados y los bares deberán seguir cerrando a las nueve de la noche (pueden servir a domicilio y recogida hasta las once).
«Estamos pasando semanas complicadas, en las que estamos renunciando a muchas cosas importantes, pero el objetivo lo merece: proteger las vidas de las personas más vulnerables, cuidarnos para así cuidar a los demás y evitar que nuestros hospitales y nuestros profesionales de la sanidad colapsen», ha destacado. «Soy consciente de que el esfuerzo exigido es grande y comienza a pesarnos, pero ahora sabemos mucho más de la enfermedad, hemos reforzado nuestra capacidad de hacer pruebas diagnósticas, hemos ampliado y mejorado nuestros hospitales, tenemos más rastreadores y mejores protocolos», ha dicho Concha Andreu en una nota que ha mandado a los medios para valorar el estado de alarma.