Tradición familiar y pasión por el vino
Viña Requingua está dentro del selecto grupo de las 50 viñas más importantes de Chile, logrando el reconocimiento mundial por sus vinos.
En este segundo capítulo entrevistamos a Santiago Achurra Hernández, Presidente de la viña e hijo del fundador Santiago Achurra Larraín, quien nos conto acerca de la organización de la empresa, su forma de trabajar y de las metas a futuro que se han planteado.
Santiago Achurra Hernández llego a trabajar a viña Requingua en 1981 y pertenece junto a un primo a la segunda generación vitivinícola de la familia. En un plazo cercano la idea es que la tercera generación comience a participar del proyecto.
¿Cómo se mantiene una empresa familiar en el tiempo?
Una cosa es decir que se quiere tener una empresa familiar y otra muy distinta es que pase de una generación a otra, quisimos una empresa profesional pero que tenga la forma de trabajar familiarmente. En chile hay muchas empresas familiares que después de crecer pierden este concepto, porque pasan dos cosas cuando les va muy bien se pelean por las utilidades y cuando les va mal deben disolverla. Aquí lo que estamos tratando de hacer es llegar a la tercera generación.
¿Cómo está organizada viña Requingua?
Existe un directorio donde hay personas de la familia pero también externos, no hay tantos niveles de mando, ingresar a trabajar a nuestra viña no es tan fácil, para poder entrar no solo se requiere la capacidad técnico universitaria sino que tiene que gustarle el proyecto el cómo abordamos el negocio, desde el punto de vista familiar del punto de vista profesional y del punto de vista técnico, debe estar convencido de que esta es la forma de hacerlo. Si no hay un buen equipo de trabajo las cosas funcionan pésimas
Acá trabajan aproximadamente 270 personas, cada jefe de área debe ser capaz de traspasar la filosofía de la empresa a su gente, hacia donde vamos, si nos va bien o mal, tratamos de que los sueldos sean de mercado y que la gente sea reconocida no solo monetariamente sino por su buen trabajo.
¿Cuál es la forma que tienen de trabajar?
Estamos organizados en tres grandes áreas: una es producción y su vinificación, le damos mucha importancia a la producción, tratamos que el mayor porcentaje de nuestro vino embotellado sea de nuestra propia uva. Luego viene una área 100% industrial que es una fábrica donde se encorcha, y la tercera área es la comercial, donde también nos diferenciamos. Nosotros tomamos la decisión de que se divida en dos: una es la parte logística y la otra es la área venta y que esta se encuentre en el exterior, tenemos una oficina en Miami que atiende EEUU y Canadá, tenemos una oficina en Beijing que atiende China y toda Asía, Latinoamérica se maneja desde Chile y tenemos una alianza estratégica con una bodega en Bélgica para atender Europa. El mundo actual de hoy requiere que la venta se haga en el lugar.
¿De donde nacen las satisfacciones?
No me quiero centrar en los premios, yo no siempre estoy conforme con los procedimientos pero lo respeto y es una buena forma de marketing, pero no es lo central es importante porque te ayuda, pero nuestra mayor satisfacción esta en cuando alguien compra una botella y al mes después va y la compra de nuevo. Somos una viña muy bajo perfil pero facturamos y vendemos mucho más que otros, la mayor satisfacción es que la gente siga consumiendo nuestros productos. Una empresa de éxito es cuando le va bien a los dueños a las personas que trabajan y no se molesta al medio ambiente, cuando la satisfacción es solamente porque gano premios o gano más dinero, es parcial.
¿Cuáles son las metas a futuro?
Una empresa sin planes y sin proyectos empieza a morir, tenemos planes y proyectos, pueden haber cambios dependiendo de lo que está pasando en el mercado, tenemos el proyecto de plantar 200 hectáreas más dentro de los próximos 7 años, con algunas cepas nuevas y cepas que ya tenemos. En cuanto a la parte comercial queremos ser capaces de consolidar nuestras plataformas comerciales afuera, queremos que estas estén muy cerca de nuestros clientes. Y por último debemos ir adecuando nuestros productos a lo que quiere el mercado, queremos como empresa tratar de subir nuestro precio promedio y vender más vinos Reserva y Gran Reserva, y para esto tenemos que ser capaces de producir más uva y más vinos de ese nivel. La verdad es que las metas hoy en día son revisadas a muy corto plazo, ponemos un objetivo lejano pero en el camino debemos irnos adecuando y revisar nuestras metas.
