Primera victoria, tres puntos más y a respirar
El Calahorra ha ganado, esta tarde, frente al Celta B (1-0) y sale de esta manera de los puestos de descenso hasta ver qué pasa mañana con el resto de los partidos. Primera alegría completa para un conjunto que llegaba a La Planilla con la necesidad imperiosa de ganar, especialmente porque los dos próximos partidos que le esperan son fuera de casa donde es complicado rascar puntos. Los rojillos se colocan así con cinco puntos, en una provisional duodécima plaza y con bastantes posibilidades de acabar el fin de semana fuera de la zona roja. Alivio para los jugadores y los aficionados. Una situación que evidencia lo igualado del grupo donde tres puntos más te dan la tranquilidad de estar en mitad de la tabla.
Jorge Martínez-Losa fue el encargado de materializar el 1-0 poco antes del descanso. Parecía que poco estaba haciendo el canterano de la Real Sociedad cuando abrió la lata. Mucho mérito el de Álex Arias, que le regaló un pase magistral al de Arnedo, dejándole a puerta vacía.
Tres puntos vitales que se celebraron con ‘chorra’ incluido en La Planilla y que conseguían desatascar un mal inicio de temporada no tanto en juego como en resultados. Y es que el equipo de Eduardo Docampo sigue dando muy buenas sensaciones especialmente hasta los tres cuartos de campo a pesar de que le cuesta mucho tirar a portería. Frente a los gallegos estaba siendo igual, en un partido con muchas posesiones y casi ninguna ocasión clara. Después del gol y la necesidad de marcar se ha visto otro equipo, un conjunto capaz de generar muchas más oportunidades y disparar mucho más.
Dos minutos después de salir de vestuarios, un pase largo de Julio Iricíbar ha dejado solo a Carlos Vicente ante el meta visitante. Ganó Gaizka Campos, que impidió el 2-0 con una manopla espectacular. Docampo refrecaba, como ya hiciese hace siete días en Madrid su delantera, dando entrada a Soto que generó muchas ocasiones. Muy incisivo el jugador que lo intentó en todo momento. Y poco después, triple ocasión para los rojillos. Álex Arias no podía superar a Campos y en el rechace, un defensor sacaba bajo palos el disparo de David Soto. Por si fuera poco, Arias mandaba fuera su último intento.
Sólo en los últimos minutos del encuentro el Celta B tuvo sus ocasiones. Pero ahí estaba, un partido más, Irícibar, sacando una manopla extraordinaria a un testarazo picado de Castro. Corría el tiempo y crecía el sufrimiento en las gradas, con la Crianza Rojilla alentando a los suyos de forma incansable.
Un sufrimiento que mereció la pena y que hizo a los poco más de 600 aficionados que se acercaron a La Planilla pensar que todo es posible. Bienvenidos a la 1ª RFEF, el disfrute está servido.