Viña De Martino ha comunicado esta semana el informe para su Vendimia 2016 de la mano del análisis de su enólogo jefe, Marcelo Retamal, quien manifiesta que esta cosecha será recordada como una “complicada”. Y es que, de acuerdo a Retamal, gracias a las históricas precipitaciones que cayeron en la zona centro sur del país a mediados de abril, “este año, y después de 14 años de vendimias tranquilas, en que el estrés fue bastante menor, tuvimos algo más de adrenalina”.

A nivel de industria, gran parte de las uvas tintas de Chile estaban aún en los viñedos al momento de estas lluvias, pero particularmente en De Martino, antes de que llegaran las precipitaciones ya se tenían todas las variedades blancas en bodega y gran parte de las tintas también. Experiencias previas similares en 1998, 2000 y 2002 ayudaron a esto, así como la filosofía de cosecha oportuna de la viña.

Previo a este panorama, marzo y abril ya habían sido meses auspiciosos. La pinta y luego la madurez lenta, unas dos semanas más tardía en términos de acumulación de azúcar, resultaron en una notable calidad para los viñedos, alcanzando el ideal para los vinos de la bodega, con uvas maduras, de poco alcohol y con un gran equilibrio de acidez.

En cuanto a las producciones, en De Martino éstas fueron variables: en tintos, levemente inferior a lo esperado, en tanto que en blancos la producción se mantuvo de acuerdo a las expectativas. Con respecto a la calidad, los blancos y tintos que se cosecharon antes de la lluvia alcanzarán buenas calidades, en tanto que lo recibido post lluvia se mostrará más complicado (carmenere).

Algunas claves y proyecciones:

• Gran añada para el Limarí: La vendimia 2016 resultó alentadora, debido al mayor suministro hídrico después de tres años de sequía. El pinot noir de la zona (Legado) se observa con un potencial interesante, buena acidez y trabajo de escobajos que lo hace fresco. El chardonnay en tanto (Legado y Single Vineyard Quebrada Seca) mostró un 33% más de producción.

• El año para los cabernet sauvignon de alta gama: En Maipo, el viñedo de De Martino en Isla de Maipo llegó a fines de abril con todas las cepas maduras y en bodega, excepto el carmenere, con pieles firmes y pepas maduras, como ningún año. El cabernet sauvignon mostró un año interesante, con la uva madura con azúcares bajos.

• Carmenere, la cepa damnificada: El carmenere del Maipo fue la excepción para De Martino. Normalmente esta cepa madura alrededor del 20 de abril, por lo que cuando las lluvias llegaron las uvas aún estaban verdes y se corrió el riesgo de esperar para cosechar. Esto se tradujo en que la viña no podrá producir su Single Vineyard Alto de Piedras este año. De todas maneras los vinos Legado y 347 Vineyards de esta variedad tendrán un año correcto.

• Buen año para el sauvignon blanc y chardonnay de Casablanca: Presión de una plaga de oídium en diciembre dificultó el trabajo en la zona, afectando a muchos viñedos de sauvignon blanc y chardonnay. La estrategia fue detener el riego tempranamente, para adelantar la fecha de cosecha.