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Una de las tradiciones más bellas de Rincón de Soto es la que gira en torno a la festividad de San Antón. Es la primera del año y quizás por eso los rinconeros la cogen con tantas ganas. Sea por eso o no, la realidad es que el mayordomo, sea quien sea, se lo toma siempre como una responsabilidad e involucra a su familia, amigos y cuadrilla a colaborar en la preparación de una fiesta de la que luego todo el municipio disfruta.
Este año es Iván Pascual quien se encarga de toda la preparación. El dueño del mítico Totem está acostumbrado a preparar fiestas multitudinarias y todo el que lo conoce sabe que esta no será una excepción. De momento durante estos días ya ha ‘enganchado’ a todos sus amigos para hacer acopio de leña y gavillas de la poda de los perales rinconeros para la hoguera que hay prevista para el miércoles 16 de enero.
Los actos comenzarán con el encendido de la hoguera mayor a las doce del mediodía en la avenida de La Rioja. Repique de campanas, bendición de la hoguera, cánticos populares y encendido de la misma, el sorteo de dos cerdos y la bendición de los roscos serán los actos que se desarrollarán a lo lardo de la mañana. Ya por la tarde, a eso de las cinco y media, se repartirán 850 kilos de patatas y se hará la tradicional caridad de San Antón en la que cada año se recuerda que los donativos recaudados simbolizan la caridad del santo. Los actos continuarán el jueves 17 de enero.
Con el inicio del día, a las seis de la mañana, tendrá lugar la aurora y el recorrido con instrumentos de cuerda, cantando por las calles y recorriendo las diferentes pequeñas hogueras que irán naciendo en las diferentes calles del municipio. A las ocho habrá desayuno para los auroros ofrecido por el mayordomo en representación de la cofradía y a las doce se procederá ala bendición de los animales en la plaza de la Iglesia. Posteriormente se celebrará la misa mayor y la procesión del santo con el reparto de roscos para los cofrades. Aún quedarán actos. Así el 26 de enero a las 12.30 horas habrá misa por los difuntos y se impondrán las medallas a los nuevos cofrades para terminar con una comida de hermandad.
