Cuando el minuto 36 lo marca todo y el Calahorra vuelve a empatar
El Calahorra iba a Lasesarre con ganas de darle la vuelta al calcetín de las dinámicas, con ganas de demostrar que es otro equipo del de los últimos partidos, con ganas de dejarle claro a su gente que pueden disfrutar con este equipo en este último tramo de liga, con ganas de salir de esos puestos en los que se complica todo y de por fin conseguir la primera victoria del año pero de nuevo no pudo ser. No fue por ganas, no fue por intensidad, pero no pudo ser. Otra vez un empate de esos que saben buenos después de los noventa minutos.
El Calahorra fue uno hasta el minuto 36 y otro después. Las jugadas más peligrosas llegaron en los rojillos en los primeros minutos. Rodrigo estaba enchufado y sonreía. Y eso siempre es bueno. De sus botas llegaron los momentos claves para el Calahorra que llevaba el peso del partido. De ahí nació también la jugada del gol. Joserramón se inventó un golazo de los de recordar y el Calahorra se ponía por delante del marcador. Otra jugada de Rodrigo casi hacía subir el 0-2 al marcador pero llegó el minuto 36. Y ahí todo cambió. Penalti por mano de Cristian y Yasín, que es capaz de dar lo mejor y lo peor, empujó en su protesta al árbitro lo que le supuso la segunda amarilla y la expulsión. Además Diego Martínez se vio obligado a sacrificar a Rodrigo que estaba siendo lo mejor del partido para sacar a Marquez y cubrir esa banda derecha.
El Calahorra se quedaba con uno menos y el Barakaldo empataba desde los once metros. Todo pintaba en bastos para los calagurritanos que vieron como el Barakaldo tenía oportunidades de quedarse con los tres puntos.
En la segunda parte no paso nada. O sí. El Calahorra fue capaz de aguantar las embestidas del Barakaldo y no lo dejó jugar. Quizás una de las mejores lecturas del partido: la capacidad del equipo para saber sufrir. Empate de nuevo. Y ya se pierden la cuenta de cuantos van. El Calahorra se planta en la posición décimo segunda a tres puntos del play out pero con unas sensaciones mucho más positivas. El trabajo incesante terminará dando sus frutos.