Por 
Cuesta poner palabras a determinados sentimientos. Cuesta plasmar en papel determinadas situaciones. No es fácil salir de una situación de bloqueo pero hay que intentarlo y hacerlo con todas las fuerzas que tienes y con los mejores recursos de los que dispones. No queda otra, hay que escribir la crónica, tus lectores la esperan. Las últimas no han sido las mejores. Las lees y las relees y ves uno y mil fallos pero en el fondo sabes que escribes bien, que vales para esto, que antes escribías cómoda y que te salían las palabras, a veces, sin quererlo. Sabes que en el momento que te salga una redonda, volverán a fluir las palabras como fue en un principio.
Ahora cambiamos a la periodista por 21 jugadores, el papel por un terreno de juego y las palabras las convertimos en jugadas, despejes, carreras por la banda… y tienes la situación del Calahorra. Rodrigo no ha dejado de ser el jugador que enamora en cada regate, ni Yasin ha dejado de tener chispa. Cristian y Barrio no han dejado de ser solventes y Parla no ha dejado de tener fútbol en sus botas y en su cabeza. La técnica exquisita de Goñi no ha desaparecido ni Almagro ha dejado de ser el hombre seguro que sabes que siempre tienes detrás para cubrirte las espaldas… Gabri no ha dejado de pelearse hasta con su sombra y Ubis no ha perdido olfato de gol… Son los mismos que hace dos meses, que hace tres, que hace cuatro… pero está claro que ya no nos salen las palabras. La mala suerte en algunos casos se alía con nosotros y en otros nosotros mismos nos la buscamos.
Sólo tienen que volver las buenas sensaciones, que como las musas de la periodista han salido volando, y eso se encuentra con trabajo, con esfuerzo y con toda la ayuda posible.
Hoy no voy a hablar del partido del Calahorra. No se jugó bien en la primera parte, y se jugó mal en la segunda, sin paños calientes. Y al Calahorra no le vale como a otros. Otros juegan mal y ganan, nosotros no. Si jugamos mal lo pagamos, y muy caro. No merece la pena buscar culpables aunque sí soluciones. Algunos piensan que están en las piernas, otros pensamos que es bloqueo, como el del periodista delante del folio en blanco.
Pero como éste hay que ponerse. Sentarse, ver cuales son nuestras virtudes y nuestros fallos. Potenciar los primeros y maquillar los segundos. Porque tan poco os creáis que éramos tan buenos allá por el principio…
Ahora queda echar el resto. Todos. Jugadores, directiva, técnicos, periodistas, los de las redes sociales, la Crianza, los abuelos y los niños. El domingo nos la jugamos contra un equipazo (el Oviedo nos encantó a todos allá en El Requexón). Que nadie piense que va a ser fácil pero hay que salir de esta. Y si desde la banda hay que regatear con Rodrigo, o despejar con Zabal, o rematar de cabeza con Samuel pues lo hacemos porque sólo así volverán a fluir las palabras y podremos terminar nuestra crónica, nuestros lectores la están esperando.
P.D. La segunda tarjeta de Barrio en la tele se ve, como nos decía en el campo, que ni lo toca. El Calahorra recurrirá.
