
Empezó con cuatro años en los tatamis. Su hermano mellizo quería hacer karate y su madre decidió que si iba uno también iba la otra. Así, casi sin ella decidirlo, Isis Pinilla se encontró con su pasión. “Luego mi hermano dejaría el karate para dedicarse al fútbol”, comenta esta joven corerana explicándonos orgullosa que se trata de Adrián Pinilla, jugador del Varea. La rama del karate que practica Isis es poco conocida. Se trata del ‘kyokushinkai’. “Era la rama que se daba en el gimnasio que había más cerca de casa”, nos explica mientras pone un café en el bar ‘Los Yécoras’ de Corera donde trabaja os fines de semana. “Es un kárate al KO, el que no va a las olimpiadas”, recalca. Y es que si hubiese sido olímpico seguro que Isis hubiese participado en alguna cita olímpica, quizás entonces sería más conocida por el público en general. Diez campeonatos de España tiene sobre sus espadas, dos europeos y la participación en dos campeonatos del mundo y tres copas del mundo y si usted busca por internet algo sobre ella será complicado que encuentre algo más que un breve. “En mi caso creo que es por varios motivos, es verdad que hasta hace un par de años el deporte femenino no tenía repercusión en los medios y además éste es un deporte poco conocido, a mis compañeros tampoco se les hace mucho caso y eso que en La Rioja tenemos muy buena gente en artes marciales; pero nada, no salimos mucho en la prensa”, se lamenta. Y no lo hace por ella. “Yo ya me he acostumbrado pero mi gente, la gente del pueblo, se extraña que lleve diez años siendo campeona de España y nadie diga nada”. Isis es ingeniera agrónoma y trabaja durante la semana en una asesoría y los fines de semana en Corera. Además es concejal de su pueblo. (Aún tiene que pensarse si se presentará a las próximas elecciones). Hablamos de deporte profesional y fuera la sonrisa. “Nada de profesional, si quieres ir a un campeonato te lo pagas de tu bolsillo… luego en los Europeos y los mundiales si que nos echa una mano la Federación”, comenta. La japonesas son las auténticas reinas en este deporte “pero las europeas estamos empezando a ponérselo un poco difícil; los dos últimos campeonatos del mundo los ganó una europea, lo demás eran japonesas, pero ahí empezamos a estar”, dice. Para ella el karate significa desconexión y le ha dado seguridad, disciplina, perseverancia. “Me ha ayudado mucho en los estudios”. Tanto es así que sus mejores resultados los tuvo mientras estudiaba cuando tenía que hacer malabares para sacar horas para ir al gimnasio. Ahora entrena dos horas al día de lunes a viernes (los sábados si hay competición) y se prepara para un nuevo europeo. Esta vez será en Lituania, seguro que deja a La Rioja en buen lugar.