Antes de que acabe el año estará firmado el convenio con el Gobierno de La Rioja para empezar a llevar a cabo la remodelación del antiguo ayuntamiento de Rincón de Soto cuyo proyecto ha sido obra del arquitecto local Diego Matute.
Diego explica para Revista RESERVA en qué va a consistir el cambio. “Lo primero que planteé en la reforma fue la recuperación de la antigua imagen del edificio original, que tiene más de cien años y es uno de los edificios más representativos de Rincón. Por tanto, se han recuperado huecos convertidos en puertas, ventanas, y se opta por un revestimiento continúo blanco en todo el exterior, con puertas, ventanas y detalles en madera”, explica el arquitecto. Además se ha planteado mantener la fachada principal hacia la carretera, como entrada histórica, para autoridades o celebraciones, y luego realizar una nueva entrada por la parte trasera actual, que se convertiría en la entrada principal: entrada por la zona peatonal de reciente urbanización, directa y rápida desde la plaza Gallarza y desde la plaza de la iglesia, entrada accesible para sillas de ruedas.
En esta nueva zona de entrada, se sitúan el acceso general al nuevo edificio, y otro acceso menor, a la zona de día en planta baja, y al centro joven de planta primera, que son las únicas zonas del edificio que se mantienen. Una vez dentro desaparecen los muros de carga, paredes, etc… para crear un gran vestíbulo principal para el nuevo edificio. Desde este vestíbulo, se podrá acceder a la antigua escalera central que subía a las oficinas del anterior ayuntamiento, al nuevo ascensor, y a la nueva sede de la DOP Peras de Rincón, todo ello en planta baja.
En la planta segunda encontraremos un vestíbulo, que da directamente a una gran sala de exposiciones con salida al balcón principal del edificio donde antiguamente se lanzaba el chupinazo. Y además, vinculada a esta sala, se encuentra en la segunda planta un nuevo salón de actos para casi 100 personas, tan necesario en Rincón de Soto. Para finalizar el programa, se construyen baños accesibles en las dos plantas, archivos, almacenes, etc… En definitiva, una gran reforma del edificio, para dejarlo actualizado y en perfecto estado.
Una obra especial para Diego Matute. “Para mí, es una gran responsabilidad actuar en un edificio tan emblemático en mi pueblo, pero a la vez es una gran ilusión y no veo el momento de empezar con las obras, de ir viendo como los espacios pensados van tomando forma, como las actuaciones constructivas van mejorando el estado del edificio”. Un trabajo muy costoso, muy largo en el tiempo, y de mucha dedicación que verá la luz para la primavera del próximo año y que servirá para que las asociaciones tengan un lugar más donde dar rienda suelta a sus proyectos.